En un trabajo coordinado entre la dirección de Desarrollo Social y el Instituto Municipal de Vivienda de León (IMUVI), se continúa con la atención de personas que habitan en asentamientos de origen irregular.
A través del programa Techo Digno y para mejorar su calidad de vida, se ha beneficiado a 270 personas y sus familias en el presente trienio.
El director general del IMUVI León, Pablo Arturo Elizondo Sierra, comentó que el Instituto apoya para identificar a familias con necesidades apremiantes que requieren mejorar su calidad de vida en un tema muy sentido como es la vivienda digna.
Este programa también es impulsado a través de la Secretaría de Desarrollo Social y Humano del gobierno del estado de Guanajuato.
Algunas personas beneficiarias habitan en asentamientos como: Villa Real, El Rubí, Las Palmas, Siglo XXI, Villa Grande, Pedregal San Carlos, El Mirador, Arboledas de los Castillos, Rivera de la Joya, San Juan de Abajo, entre otros.
Llegan los beneficios
La familia Vázquez Rodríguez, llegó a vivir a San Juan de Abajo hace tres años en cuartos de madera; desde hace dos años buscó el apoyo de Techo Digno, pero para acceder a este beneficio se requería que la vivienda tuviera bardas de ladrillo.
“Poco a poco fuimos juntando dinero y levantando las bardas de nuestro hogar; acudí con la alcaldesa y nos dio el apoyo. Antes nos mojábamos dentro de casa; se nos echaban a perder nuestras cosas: ropa, estufa, refrigerador, por eso ahorita estamos felices”, comentó María Elisa Vázquez.
En la casa de la familia Vázquez Rodríguez, habitan seis personas: su esposo, tres hijos, su abuelito y Elisa.
Tenían techos de láminas
La señora Elisa, quien tiene un problema de salud al igual que su hijo de meses de nacido, narró que el temor de que lloviera y que se les cayera el techo de lámina era constante.
“Nos angustiaba que llegara la temporada de lluvias; se nos mojaban las camas, la estufa, por todos lados se nos metía el agua, y teníamos que estar barriendo para que no se inundara y moviendo muebles para no afectarnos, pero gracias a Dios ya tenemos techo”, comentó.
Elisa aseguró que además del cambio que tendrá su casa, hoy ya no vivirán con incertidumbre por las lluvias.
“Habrá más higiene, podremos vivir mejor gracias a este tipo de apoyos que nos cambian la vida; aunque mi esposo trabaja, el dinero no alcanza para todas las necesidades”, expresó.
Marina Rodríguez es otra beneficiaria del programa Techo Digno, quien habita también en el asentamiento de San Juan de Abajo.
En su vivienda habitan diez personas, entre hijas, yernos, hijos y su esposo.
La señora Marina ya cuenta con techo digno en la cocina y un cuarto, “ya estamos super bien; antes tapábamos con hules, hoy ya no tenemos necesidad de eso”, refirió.
Comentó que el trabajo de albañilería ha estado muy escaso, lo que les ha afectado para poder mejorar su vivienda de manera particular.
“Teníamos la mano de obra, pero no el dinero para comprar el material; con estos apoyos sí nos cambian la vida a las familias”, comentó.
Claudia González dijo que a partir de la instalación del techo digno en su vivienda se siente más protegida y se terminará el hacinamiento, pues al no contar con cuartos techados, los diez integrantes de la familia dormían en una habitación.
A partir de ahora, ya podrán distribuirse en tres cuartos que ya están techados.
“Mis hijos dormían en el suelo, ya ahorita, con el colado, mejorará nuestra forma de vivir, porque ya tendremos más espacios habilitados para no vivir tan apretados en un solo lugar”, dijo.
El programa Techo Digno está dirigido a familias con alto grado de vulnerabilidad que además cuente con integrantes con alguna discapacidad; enfermedades crónico-degenerativas, o bien, en la que mujeres jefas de familia.