Acámbaro y Jerécuaro son dos municipios del sur de Guanajuato, ambos son lugares pintorescos, rodeados de montañas, con actividad agrícola, con esencia aún pueblerina.
En estos lugares la gente se conoce entre sí, saben quiénes son, se saludan, van a misa, al mercado, los niños aún juegan en las calles, son en apariencia lugares tranquilos.
Contrario a lo que pensarían quienes los visitan por primera vez, son municipios detonantes de violencia.
Una violencia que se ha normalizado, no es de ahora, ha habido ya episodios de grupos criminales como levantamiento de personas, descuartizados, desaparecidos.
Este miércoles 24 de octubre ambos municipios vivieron explosiones de coche bomba, en Acámbaro fue enfrente de las instalaciones de la policía municipal, mientras que en Jerécuaro fue en plena zona centro donde una patrulla también explotó.
Ambos atentados parecen mandar un mensaje a la policía municipal del lugar, en Acámbaro tres elementos policiacos salieron heridos, una mujer policía en código rojo que significa grave y dos masculinos con heridas leves, mientras que en Jerécuaro la explosión de una patrulla, el mensaje también es hacía la corporación policiaca.
Estos actos encajan en narco terrorismo, entendiendo el concepto de terrorismo como una figura delictiva para amedrentar a la población y pretende infundir el miedo.
Sorprende que las autoridades federales nieguen que se trata de narco-terrorismo, argumentando que se trata de una guerra entre los cárteles de la droga. El mensaje fue claro, se explotó un auto frente a las instalaciones de la policía en Acámbaro y explotó una patrulla en Jerécuaro en plena zona centro, el mensaje es para la policía.
¿Qué mensaje mandan? Por la simbología es ‘Si no nos dejan tranquilos empezaremos a matar civiles’, este sería el mensaje descifrado de acuerdo a los hechos.
No se trata tampoco de un ataque al gobierno como se ha mencionado, luego de que las autoridades federales y estatales anunciaron el inicio de la estrategia de seguridad para el estado de Guanajuato, se trata de un ataque a las corporaciones policiacas de ambos municipios, quienes habían incluso recibido amenazas previas.
El narco-terrorismo pone en sigilo a la población, pues ya nadie está seguro ni en su casa, ni en los espacios públicos, se trata de otro tipo delictivo del que las autoridades no están preparadas y por consiguiente tienen que implementar una estrategia sobre esta forma de ataque del crimen organizado.
No solo los municipios de Acámbaro y Jerécuaro viven violencia, en el sureste del estado hay municipios que incluso los pobladores evitan salir al oscurecer y hacen auto-toque de queda, pues reportan que grupos armados se pasean por la noche en las plazas principales como actos de intimidación.
La estrategia coordinada de seguridad que han anunciado las autoridades del estado y la federación será compleja, pues si bien es cierto que anunciaron una estrategia sectorizada, los grupos criminales cuentan con equipo táctico y armas de alto calibre para enfrentar no solo a las autoridades sino a los grupos criminales contrarios con los que pelean la plaza.
Las autoridades tendrán que reforzar su estrategia pues se enfrentan al crimen organizado armado y sin sigilo, quienes han demostrado que no importa que el lugar sea pequeño para poner en vilo a las autoridades e intimidar a los pobladores.
La pieza principal para restablecer la paz es involucrar a la sociedad y hasta ahora nadie ha sabido cómo.
Coco Bernal, Periodista con 35 años de trayectoria, especializada en periodismo político y medios electrónicos, abogada, maestra en política criminal. Condecorada por el Congreso de Guanajuato con el Premio en Periodismo Por Trayectoria Profesional y la Medalla Emma Godoy.